Muelas del juicio: o Dios es malagente o la Biblia miente

Dicen las Sagradas Escrituras que “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”. A partir del insoportable dolor de muelas que me atolondra desde la víspera de Año Nuevo, comencé a darle vueltas a ese principio. Conclusión: o Dios falló o es un malagente, o aún peor, ese pasaje bíblico es falso, lo que implicaría además que es un malagente. Me explico, no sin antes advertir de que llegué a estas teorías desde la maldita dimensión del dolor.

Si Dios nos creó a su Imagen y Semejanza quiere decir que a él también le duelen las lumbares, los oídos, la cabeza… le dan ganas de ir al baño, se broncea en verano, etc. Todo eso ya lo sabemos, pero hay algo que no comprendo: las muelas cordales, o del juicio. Si Dios nos creó a su (…) por lo tanto tiene muelas del juicio. Si es así, a él también hubieron de dolerle, como a todos. Y entonces, ¿por qué al momento de crearnos no le ahorró a sus hijos ese dolor innecesario? Porque, ya me dirán ustedes, ¿para qué demonios -perdón- sirven esas benditas muelas del juicio? Para nada, para hacernos sufrir, y si no lo creen pregúntenle a un dentista. Entonces, siguiendo esa lógica, llegamos a que Dios es un malagente.

Sin embargo, la peor de todas las hipótesis, y es la que menos quiero pensar, es que Dios no tiene las muelas del juicio y nos las adjudicó a sabiendas de que nos iban a joder, porque ahí sí que, además de malagente, ¡las Sagradas Escrituras mienten!